sábado, 6 de septiembre de 2014

Nunca quise un blog

Nunca quise un blog, pero, últimamente, me pasa que necesito poner algo en lo que estuve trabajando -sea del campo que sea- en algún lugar mas o menos formalizado, pero un libro o un documento es demasiado al pedo, y un post en alguna red social es muy largo y carente del formato necesario. Por esto elegí un blog.
Otra ventaja que le encuentro a esto es que queda "buscable" en internet, así que capaz que, algúuun día, a alguien le ayuda con algo cuando busque cosas como "cómo ahorrar tiempo estableciendo un orden para trabar las llaves de una puerta". No sé.
Espero que algo salga de esto, porque de vacaciones uno siempre arranca proyectos monumentales y después se da cuenta de que, si uno no tiene tiempo ni para leer un blog, menos va a tener tiempo para escribir uno.
En fin.
Saludos, terrícolas.

-tete